El sueño de los más pequeños

Todo se aprende. Por repetición, por asociación, por observación, … se aprende. El sueño es un comportamiento que también se ve influido por el aprendizaje.

Los niños muy pequeños tienen un patrón de sueño polifásico, es decir, repartido en distintos períodos a lo largo del día. Esto hace que el comienzo de la relación entre padres e hijos sea desorganizada y sujeta a las necesidades del bebé.

Pero poco a poco estas necesidades van cambiando y se pueden ir amoldando a las necesidades de los adultos, lo cual reporta un doble beneficio. Por un lado, los padres podrán volver, en la medida de lo posible, a sus hábitos de descanso, lo que le procurará mejor estado de ánimo y mejor predisposición para el cuidado del bebé. En segundo lugar, el patrón de sueño del bebé, de forma natural, va cambiando y pareciéndose en algunas cosas al sueño de un adulto, por ejemplo, alargando el sueño nocturno y siendo capaz de dormir en su propia cama. Ayudando al bebé en esos cambios estamos favoreciendo su desarrollo natural y saludable, respetando, en todo caso, el ritmo de evolución particular de cada individuo.

Todo se aprende. A dormir también. Solo hay que saber cómo.

Y sobre todo, no dejes de perseguir tu sueño.
El mío es ayudarte.

 

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