Quizá por mi formación en biología tengo muy presente que los humanos somos unos animales. No en el sentido peyorativo, sino en el mejor de ellos, en el sentido estricto de la palabra.
Somos unos animales. A veces se nos olvida, y yo creo que si nos acordáramos de ello, tal vez nos iría mejor. Podríamos ser conscientes de que aprendemos como el resto de los animales, repitiendo una acción hasta que se convierte en hábito.
He tenido la gripe esta semana, y por las noches no podía dormir bien. La fiebre me provocaba pesadillas, tiritones, o sudores, la cosa era no dejarme dormir. Tras varias noches seguidas, para mí se ha convertido en un hábito no dormir bien ni descansar por las noches.
Ahora entra en juego la parte exclusiva de los humanos, la razón. Soy de la opinión que somos el animal con más adornos que existe. Y nuestra razón es el más maravilloso de todos ellos. Aunque a veces nos juegue malas pasadas y salte como un mono loco de un lado a otro fuera de todo control, es nuestra aliada.
Esta podría haber sido una buena situación para que este animal de hábitos, enferma y agotada, comenzara el círculo vicioso que está detrás de muchos problemas de sueño. No puedo dormir durante varios días seguidos y se convierte en rutina, le cojo miedo a la cama, me inquieto cuando llega la hora de dormir, y eso no me ayuda a coger el sueño…Como resultado, más días sin dormir que confirman que tengo un problema de sueño.
Pero el problema no tiene su origen en nuestra fisiología ni en nuestra capacidad para dormir, sino en las acciones y pensamientos relacionados con el sueño. Y esto, se puede cambiar.
Y sobre todo, no dejes de perseguir tu sueño.
El mío es ayudarte.